Polock, brillante estreno de Rising Up
Nuestra música está de moda. Puede parecer muy ambicioso, casi
exagerado, pero es así. Si bien, hace unos años, me habría pensado
varias decenas de veces cómo decir esto con la boca pequeña y con tal
disimulo que casi ni se me oyese, hoy, por suerte, me guardo cualquier
resquicio de vergüenza y lo proclamo aquí, allí y donde sea.
Y es que, si los logros personales ya producen alegría, las cosas
buenas que le ocurren a aquellos por los que uno apuesta contra viento y
marea, llegan a enorgullecer todavía más. De ahí que, a raíz de la
presentación del nuevo disco de Polock, nazca en mí la repentina
euforia que me lleva a proclamar cómo se aprecia lo que aquí en España
se cosecha a nivel musical, pues este joven grupo suena en Francia,
Estados Unidos e incluso Japón, donde la portada de su trabajo se
convirtió en la máscara que los dependientes de un centro comercial
portaron durante una campaña comercial.
En este caso, Polock, que recibieron con su debut Getting down from
the trees el Premio de la Música Independiente a la Mejor Producción
Musical, nos ofrecen Rising up (Mushroom Pillow, 2014), un disco que
nace del esfuerzo llevado a cabo durante año y medio y que ha sido
grabado durante los meses del pasado verano en un estudio montado en una
casa frente al Mediterráneo.
¿Será esta envidiable localización la que llena de luz a cada tema
del reluciente trabajo? ¿Será que la madurez de cada componente de la
formación les encamina hacia un positivismo mayor que el de creaciones
anteriores? ¿Renace otro Polock? Sea como fuere, lo que resulta
incuestionable es que, a juzgar por el single de presentación,
Everlasting, el sonido de los valencianos gana en contundencia y rezuma
un empaque, un equilibrio y una estabilidad que, a su vez, denota que la
experiencia es un grado.
No obstante, existen dos razones adicionales que argumentan esta
primera y excitante toma de contacto con lo que se augura como el
próximo éxito del conjunto: por una parte, el hecho de haber contado
para la masterización de Rising Up con quien ha hecho auténticas obras
de arte con Bowie, Dylan o Beck, es decir, Dave McNair; por otra, el
trasfondo que según Papu, voz y guitarra, ha estado presente como telón
sobre el que se ha ido constituyendo el disco y que él explica diciendo
que “No he parado de escuchar y grabar música desde que acabó la gira
de “Getting Down From The Trees”. No hemos dejado de estudiar la forma
de hacer un gran disco.
Gracias a esto, todo en ‘Rising up’ suena con una insólita madurez y fuerza.
Llega el pop cool, el ritmo diseñado para bailar.
** Fuente: letrasenvena.com
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